miércoles, 10 de marzo de 2010

RECORDANDO A MIGUEL HERNÁNDEZ...


El poeta de Orihuela (Alicante) nació el 30 de octubre de 1910. Durante este año celebraremos, pues, el centenario de su nacimiento. Leeremos y escucharemos sus poemas, y estaremos atentos a todo lo que aparezca en los medios de comunicación: Internet, radio y TV. Entre ellos, hay una página en Internet sumamente interesante: Miguel Hernández, virtual

Por de pronto os dejo uno de mis poemas favoritos del poeta alicantino, Las nanas de la cebolla, que dedicó a su hijo:


La cebolla es escarcha

cerrada y pobre.

Escarcha de tus días

y de mis noches.

Hambre y cebolla,

hielo negro y escarcha

grande y redonda.

En la cuna del hambre

mi niño estaba.

Con sangre de cebolla

se amamantaba.

Pero tu sangre,

escarchada de azúcar

cebolla y hambre.

Una mujer morena

resuelta en lunas

se derrama hilo a hilo

sobre la cuna.

Ríete niño

que te traigo la luna

cuando es preciso.

Tu risa me hace libre,

me pone alas.

Soledades me quita,

cárcel me arranca.

Boca que vuela,

corazón que en tus labios

relampaguea.

Es tu risa la espada

más victoriosa,

vencedor de las flores

y las alondras.

Rival del sol.

Porvenir de mis huesos

y de mi amor.

Desperté de ser niño:

nunca despiertes.

Triste llevo la boca:

ríete siempre.

Siempre en la cuna

defendiendo la risa

pluma por pluma.

Al octavo mes ríes

con cinco azahares.

Con cinco diminutas

ferocidades.

Con cinco dientes

como cinco jazmines

adolescentes.

Frontera de los besos

serán mañana,

cuando en la dentadura

sientas un arma.

Sientas un fuego

correr dientes abajo

buscando el centro.

Vuela niño en la doble

luna del pecho:

él, triste de cebolla,

tú satisfecho.

No te derrumbes.

No sepas lo que pasa

ni lo que ocurre.


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